Standard & Poor’s ha hecho público hoy el informe de evaluación de Redeia sobre su desempeño en cuestiones ESG (responsabilidad ambiental, social y corporativa) en el que asigna a la compañía un rating de 82 puntos sobre un máximo de 100. 

La agencia de calificación concluye que el grupo tiene una “preparación sólida” para asumir los futuros riesgos y oportunidades de la sostenibilidad por su papel como facilitadora de la descarbonización del sector energético. “Redeia es un actor clave en la transición energética y puede ayudar a España a cumplir con sus objetivos de generación de energías renovables y de reducción de emisiones para 2030. Su plan estratégico 2021-2025 reforzará sus activos para acelerar la penetración de las renovables y garantizar la seguridad del suministro eléctrico, tal como se contempla en el nuevo plan REPowerEU”, indica en el documento.

En su opinión, “la empresa se compromete abiertamente con sus grupos de interés y ha anticipado tendencias globales, sectoriales y de sostenibilidad en el pasado y ha sabido superar las dificultades”. En esa línea, la firma valora positivamente las inversiones que el grupo está realizando a través de Elewit, su plataforma de innovación, para encontrar soluciones a los desafíos de los sectores de la energía y las telecomunicaciones. 

El informe de S&P recoge que Redeia “cuenta con una trayectoria sostenida de actividades coherentes con la transición hacia una economía baja en carbono”, una “fuerte posición climática en el sector”, y un porcentaje de emisiones GEI en la red de transporte de Red Eléctrica menor a la de otros TSO del mundo. 

De su análisis se desprende que Redeia realiza mayores esfuerzos que su comparables en proteger y restaurar la biodiversidad, con una inversión 26,9 millones de euros en 2021 en iniciativas para conservar la avifauna y recuperar bosques terrestres y marinos, entre otras. 

La firma destaca la gestión del suelo que hace el TSO, con una jerarquía de mitigación que, en primer lugar, evita la construcción en zonas ricas en biodiversidad, después aplica medidas para reducir el riesgo de dañar el entorno y, por último, despliega actuaciones voluntarias para compensar impactos inevitables. En ese sentido, considera favorable que menos del 15% de las líneas de la red de transporte de energía se encuentren en áreas protegidas, que todas ellas cuenten con planes de conservación y gestión y que el 71% de las áreas prioritarias críticas estén señalizadas con dispositivos salvapájaros, con el objetivo de alcanzar el 100% en 2023, por delante de sus homólogos del sector. 

También en la línea de sostenibilidad ambiental, subraya que el TSO va por delante de sus pares en la integración de criterios de economía circular en la contrataciones y licitaciones y ve como positivo que haya reciclado, reutilizado o empleado para la recuperación de energía el 88% de los residuos generados en 2021.

Una “sólida política de diversidad de género”

A juicio de S&P, la gestión del talento de Redeia sigue las mejores prácticas internacionales y da como resultado una plantilla “altamente comprometida y diversa en género, competencias, trayectoria y experiencia”, con un 27% de representación femenina, por encima de la media del sector, que asciende hasta el 50% en el consejo de administración, demostrando “una sólida política de diversidad de género”. Igualmente, señala que los datos de satisfacción y de rotación de sus empleados son mejores que los de sus pares.

Standard & Poor’s valora positivamente la independencia y composición del consejo de administración, con 12 miembros con habilidades, antecedentes y experiencia diversos ajustados a las necesidades del negocio, sujetos a una fuerte supervisión y con una alta asistencia a sus tres comités separados de Sostenibilidad, Nombramientos y Retribuciones, y Auditoría.

Por último, la firma de calificación distingue la implementación de “valores fuertes y consistentes” en todas las operaciones y cadenas de suministro de Redeia, en línea con las mejores prácticas internacionales. “Sus políticas son públicas y detallan sus principios ESG incluyendo anticorrupción, ciberseguridad y gestión de riesgos. El código de conducta, implementado a lo largo de la cadena de valor, ha sido revisado por Transparencia Internacional, una práctica avanzada en la industria”, recoge y aplaude tanto el sistema para gestionar posibles quejas como la aplicación de la debida diligencia de integridad de la contraparte al seleccionar y monitorear a terceras partes, pues ayuda a evitar la corrupción. 

En lo relativo a transparencia, el informe considera una práctica avanzada la publicación de informes específicos para la transparencia fiscal y diversidad que hace la empresa y valora el historial de informes financieros y no financieros publicados, auditados, completos y consistentes.