El Grupo Red Eléctrica ha publicado una guía práctica para extender a otros territorios e instalaciones la experiencia piloto que está desarrollando en Calahorra (La Rioja) bajo el nombre Pastoreo en RED y que consiste en controlar la vegetación situada bajo las líneas de transporte de electricidad mediante ganadería extensiva. El objetivo de la guía es servir de apoyo a aquellas compañías, explotaciones ganaderas, escuelas de pastores y administraciones públicas interesadas en replicar esta solución en espacios naturales atravesados por algún tipo de infraestructura.

La Guía Práctica de Pastoreo en RED resume los resultados del proyecto, en el que un rebaño de 400 ovejas está realizando el mantenimiento de la vegetación bajo la línea eléctrica Quel- La Serna, que atraviesa el monte de Los Agudos. La iniciativa, gestionada por la empresa riojana agroambiental Agrovidar y con el apoyo del Gobierno de La Rioja y el ayuntamiento de Calahorra, incorpora innovación tecnológica al pastoreo, ya que la supervisión del estado de la biomasa se realiza con drones y el seguimiento de las ovejas se hace mediante collares con GPS colocados a algunas de ellas. 

Pionero en España, el proyecto recibió una mención especial en los premios Good Practice Award 2021 de la plataforma Renewables Grid Initiative por tratarse de una solución sostenible con impacto positivo social y medioambiental; y la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza (UICN) está valorando su clasificación como solución basada en la naturaleza. 

“Una de las ambiciones del Grupo Red Eléctrica es convertir las líneas eléctricas en cremalleras de biodiversidad, esto es, que además de luz y datos —electricidad y telecomunicaciones— nuestras instalaciones sean corredores ecológicos para ayudar a solucionar uno de los problemas del medioambiente español: la fragmentación de los hábitats”, explica Beatriz Corredor, presidenta del Grupo Red Eléctrica.

Corredor añade: “Las calles bajo las que discurren las líneas eléctricas deben estar limpias y accesibles para el propio mantenimiento de la red de transporte y para evitar incendios. Si en vez de utilizar medios químicos o mecánicos para controlar la biomasa nos aliamos con las formidables máquinas biológicas que son las ovejas, las vacas, las cabras…, logramos notables beneficios para el ecosistema”.

En ese sentido, la presidenta del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu, expresa: “El Gobierno de La Rioja y Red Eléctrica hemos establecido una alianza para conseguir un innegable beneficio común: transformar las instalaciones eléctricas a lo largo y ancho del territorio de la comunidad autónoma en corredores ecológicos. Generando oportunidades de desarrollo sostenible en el territorio ligadas a recursos endógenos, luchamos por la cohesión territorial pero también avanzamos en la transición energética y la lucha contra el cambio climático. No hay reto con mayores implicaciones para nuestras condiciones de vida a medio y largo plazo como la protección medioambiental”.

Beneficios medidos por la Universidad de Alcalá de Henares

Pastoreo en RED surge como la alternativa más sostenible para desbrozar las “calles de seguridad” bajo las líneas de la red de transporte en áreas forestales donde el desarrollo del arbolado ha de ser controlado para que no alcance los cables conductores. Habitualmente, estos trabajos de poda y tala se llevan a cabo con maquinaria, pero el pastoreo recurrente se ha evidenciado ideal para este fin por efecto de la ingesta de vegetación que hacen los animales, del pisoteo, del sesteo, esto es, el tiempo que permanecen tumbados, y del redileo, la materia orgánica que dejan. Con el continuado paso del ganado se modifica la composición de las especies vegetales, ya que cuando las ovejas consumen los brotes de matorral, debilitan su vigor y su capacidad de rebrote mientras que se estimula la aparición de vegetación herbácea más comestible.

La labor de los animales repercute favorablemente en el ecosistema: incrementa la biodiversidad de la flora y la fauna, especialmente de artrópodos y polinizadores y mejora la capacidad del suelo de infiltrar y retener agua y nutrientes; tal como ha demostrado un estudio de la Universidad de Alcalá de Henares realizado en el proyecto de La Rioja.

A su vez, es un instrumento de apoyo al sector de la ganadería extensiva, ya que le provee de zonas donde pastar, diversificando la dieta del ganado y minorando su dependencia de piensos y forrajes, y le ofrece una fuente de ingresos adicionales para los titulares de las explotaciones ganaderas.