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Susana, Cristina, Adriana y Jimena, estudiantes de 4º de ESO, forman el equipo patrocinado por Grupo Red Eléctrica que compite en el certamen europeo Cansat. En esta entrevista, hablan sobre su vocación hacia el estudio de la ciencia, sus referentes y cómo hacer que más niñas se decanten por carreras tecnológicas y científicas dejando atrás los estereotipos que las encasillan en la rama social.
A sus 16 años, Adriana Morales, Cristina Malo, Jimena Gil y Susana Vellón, se preparan para su primer proyecto aeroespacial. Alumnas del Trinity College de San Sebastián de los Reyes (Comunidad de Madrid), competirán en Cansat, una iniciativa de la Agencia Espacial Europea que desafía a estudiantes de toda Europa a crear un mini satélite del tamaño de una lata de refresco y lanzarlo a una altitud de un kilómetro. Entre los objetivos a cumplir, tienen que garantizar una caída segura y recopilar durante el descenso para su análisis posterior una serie de datos, como temperatura y presión atmosférica.
Para llegar al concurso europeo, Adriana, Cristina, Jimena y Susana, primero tendrán que ganar las fases regional y nacional. Mientras, dedican parte de sus horas de patio y de su tiempo libre a mejorar su prototipo, adaptando a la forma y volumen de una lata todos los subsistemas principales que se encuentran en un satélite, como la energía, los sensores y un sistema de comunicación. Además, difunden información en las redes sociales sobre su proyecto, al que han llamado Tricanity, y buscan recursos para financiarlo, tal como permite el certamen. Es así como han llegado a Grupo Red Eléctrica, con cinco empresas tecnológicas y una de ellas expresamente dedica a la conectividad satelital, Hispasat.
En este desafío cuentan con el apoyo y orientación de Alberto Mayor, su profesor en cursos anteriores de Matemáticas, Nuevas Tecnologías, Física y Química, y quien las animó a participar en Cansat por su buena trayectoria académica y su interés por las ciencias y la tecnología. Al preguntarle dónde si imagina a sus alumnas en 10 años, no lo duda: "Me imagino a las cuatro donde quieran, porque son muy buenas, son unas cracks. Si siguen trabajando como hasta ahora, podrán llegar donde deseen".
"Decidimos presentarnos juntas a Cansat porque a todas nos gustaba la tecnología y las ciencias y además éramos amigas. Teniendo en cuenta que, al menos en años anteriores, la mayoría de equipos son de chicos, ser un grupo de exclusivamente de chicas es una buena marca para mostrar que un cambio pequeñito sí hemos hecho".
"Mi familia me ha impulsado a dedicarme a la ciencia. Por eso, creo que para que más chicas opten por estas carreras, hace falta tener un ámbito familiar y un entorno abierto además de que te motiven en el colegio".
"La lógica matemática ha sido siempre algo fácil para mí, así que quiero dedicarme a la rama de Ciencias, a Matemáticas, Ingeniería biomédica o Ingeniería informática".
"Mi abuelo es mi referente. Él me ha inculcado el amor a las matemáticas. Además, mi madre y mi padre me impulsan a hacer cosas, me ponen metas y eso me ayuda a aprender mucho".
"Siempre he tenido claro que soy una persona de Ciencias. Estoy más orientada al tema sanitario, la Medicina o la Biología. De hecho, lo que más me fascina de este proyecto es que une física, tecnología y una pequeña parte de biología. Me explota la cabeza".
"En mi familia no hay nadie vinculado a la biología o la medicina, ha sido el estudio de estos años, especialmente en 3º de la ESO, el que me ha hecho interesarme. Me fascina lo curioso que puede ser el cuerpo. Me encantaría conocer todo lo que hace que funcionemos"
"Cuando hablo fuera de aquí , en determinados entornos, sobre nuestra participación en Cansat, me dicen: ¿Pero solo sois chicas? ¿No hay ningún cerebrito por ahí ayudándoos?"
"A la mujer en la ciencia no se le ha dado el reconocimiento que merecía. Tanto hombres como mujeres tenemos las mimas capacidades para dedicarnos a ella".
"Me interesa mucho la ingeniería aeronáutica, por eso me encanta este proyecto. No quiero ser astronauta pero sí quiero construir cohetes y mandar satélites".
"Mi padre y algunos de mis tíos son ingenieros, eso influye. De pequeña ya me gustaba el espacio y las estrellas. Además, en mi antiguo colegio hicimos un proyecto muy chulo sobre asteroides y estrellas y me fascina que un objeto pueda subir al espacio. Los romanos ya hacían barcos, pero un avión o un cohete, es otra cosa".
"Somos cuatro niñas que en el ámbito académico siempre hemos ido muy bien. Por eso en nuestro entorno nadie se cuestiona que participemos. Fuera del colegio sí he oído algún comentario feo".
"Estuvimos barajando en hacer un crowdfunding o buscar una empresa dedicada al ámbito tecnológico y así es como pensamos en Grupo Red Eléctrica. Vuestro apoyo es un plus para nuestro proyecto".
"A una niña que aún no sepa qué quiere ser de mayor, le enseñaría que está en ella el poder de decidir, que hay mujeres que han conseguido éxito en la ciencia y que ella también puede llegar a ser lo que quiera en el futuro".
"En ediciones anteriores del concurso, veo que incluso en gente tan joven como nosotras, son mayoría chicos quienes compiten. Eso me hace sentir aún más orgullosa de participar en el proyecto".
"A nivel social se ha instaurado que la ciencia es para los hombres y que son ellos los que están destinados a grandes cosas. Difundir nuestro proyecto es una manera de que llegue a más gente que la ciencia no es cosa solo de chicos".
"Hace dos años mi padre me llevó a un evento para impulsar la ciencia en las mujeres y fue cuando me decanté por ir estudiar ciencias. Me voy a ir a la rama sanitaria, a una ingeniería biomédica, genética o biológica".