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Los espacios que quedan bajo las líneas de transporte de electricidad situadas en zonas forestales actúan como islas reservorio de biodiversidad y las ubicadas en zonas de agricultura intensiva funcionan como refugios para la fauna.
Así lo evidencian los primeros resultados de un estudio realizado por la Universidad Autónoma de Barcelona en el parque natural del Montseny. El estudio forma parte de Naturaleza en RED, un proyecto piloto de la UAB en colaboración con el Grupo Red Eléctrica para analizar el papel que ejercen las zonas bajo líneas de transporte de electricidad de Red Eléctrica de España, lo que se denominan calles de seguridad. La iniciativa incluye la creación de un protocolo de evaluación de estos microhábitats mediante un análisis general del ecosistema.
Actualmente, en la mayoría del territorio hay agricultura intensiva y el bosque se está cerrando, envejeciendo y homogenizando, hay falta de espacios abiertos naturales y esto tiene como consecuencia la pérdida de biodiversidad. La gestión forestal que se efectúa de forma periódica en las calles de seguridad de las líneas eléctricas para evitar riesgos eléctricos e incendios hace que se generen dos tipos de zonas: espacios abiertos (cuando la gestión forestal ha sido reciente) y espacios cerrados (cuando el hábitat ha evolucionado y vuelto a crecer). Así, las calles que discurren bajo las líneas eléctricas proporcionan islas de espacios abiertos en zonas boscosas e islas de espacios cerrados en zonas abiertas.
Los primeros resultados del estudio indican un aumento significativo de la densidad floral, abundancia de polinizadores, abundancia y diversidad de mariposas diurnas y ponen de manifiesto que las líneas eléctricas actúan como reservorio de biodiversidad cuando el entorno es boscoso y como refugio de fauna cuando el hábitat contiguo está abierto y ha recibido el impacto de la intervención humana.
Naturaleza en RED se inició en verano del 2020 y finalizará en diciembre de 2021. El proyecto tiene como objetivo realizar un seguimiento de la biodiversidad asociada a líneas eléctricas en tres zonas de protección con distintos regímenes altitudinales, concretamente en Sant Celoni, Coll Formic y Seva.
El estudio ha analizado la diversidad y densidad floral, la presencia de mariposas diurnas y sus ciclos de vida, sus estrictas necesidades ecológicas (plantas nutricias de adultos y de larvas), y su movilidad; así como la abundancia de grandes grupos de insectos polinizadores. Con todo ello se establecerán los protocolos de seguimiento de las calles de seguridad de las líneas de transporte eléctrico.
Naturaleza en RED está dirigido por los profesores del departamento de Biología Animal, Biología Vegetal y Ecología de la Universidad Autónoma de Barcelona, Xavier Munill, Ona Font y Ana Morton.