La incorporación de las mujeres en el mercado laboral “nos ha obligado a ser más organizadas y eficientes. Llevamos la eficiencia en el ADN porque o te organizas o mueres, no queda otra”. Y es que, para Elena Nogueroles, veterana en la alta tensión, no es preciso elegir “entre ser buena madre o buena profesional. Se puede hacer todo: soy una orgullosa madre, pero también soy una persona entregada en mi trabajo y muchas otras cosas más”.

Elena fichó por Red Eléctrica en 1988 y ha sido, “sin ser consciente”, pionera en varias ocasiones: fue la primera titulada que formó parte de los equipos de mantenimiento y construcción en el terreno y la primera mujer en ponerse al frente de uno de ellos, la Demarcación Noroeste. Con más de un centenar de personas a su cargo, la gran mayoría hombres, no es un área geográfica fácil por su extensión territorial, que va va desde Salamanca hasta Cantabria y desde Segovia hasta Galicia.

A pesar de los tópicos que puedan existir sobre los profesionales de campo, Elena afirma que “yo no he visto jamás que alguien me hiciese un feo por ser mujer. Ni como técnico, ni como jefa”.

El momento en que vivimos, señala la jefa de Mantenimiento de Líneas, brinda a los hombres la posibilidad de ser más partícipes en una faceta poco transitada anteriormente por ellos: el ámbito familiar. “Es una oportunidad total de conectar con sus hijos, que es muy gratificante. Es una maravilla que antes se estaban perdiendo”.

Como madre, Elena no se ha cortado ni se corta: ella descuelga el teléfono cada vez que alguno de sus tres hijos la llama. “Lo hago desde siempre y nunca he tenido miedo. Además, lo he dicho siempre con total naturalidad: voy a coger esta llamada de mi hijo”. Ahora, se alegra de ver que esta situación se ha normalizado: “ellos también lo hacen”.


Las mujeres en Red Eléctrica...